El karate

En la publicación del Journal of Asian Martial Arts, vol. 6 de 1997, dice que el enfoque de las artes marciales para abordar el conflicto humano va significativamente más allá del aspecto físico. El Dr. Terrence Webster-Doyle, por ejemplo, utiliza las artes marciales como una forma de explorar la naturaleza del conflicto en sí mismo. Su programa «Martial Arts for Peace» está diseñado para estimular la indagación sobre el conflicto y las posibilidades de resolución pacífica. Integra las habilidades físicas con una comprensión del conflicto para crear lo que él llama «artes marciales integrativas».

La intención histórica de las artes marciales, según Webster-Doyle, era explorar las raíces del conflicto que yacen en el pensamiento y la acción condicionados. Él ve las artes marciales, especialmente el karate con su énfasis en el «yo vacío» (kara-te), como un esfuerzo holístico e intelectual que trasciende la simple defensa física. La esencia de «kara-te» es el yo vacío, estar libre de condicionamiento.

Fundadores de artes marciales como Funakoshi Gichin también veían el arte como un modo de vida completo, donde solo un pequeño porcentaje era técnica física y la gran mayoría era comprender los conceptos filosóficos. Abordaban el conflicto de manera inteligente y veían las artes marciales como algo que abarcaba las relaciones humanas2. Entender el conflicto, tanto individual como global, implica comprender el condicionamiento destructivo del cerebro2.

El enfoque holístico implica comprender el conflicto en varios niveles:

• El primario (instinto/físico)
• El secundario (pensamiento/emocional)
• El terciario (inteligencia/no violencia).

Aunque las habilidades físicas son parte del nivel primario, el objetivo es trascender a los niveles superiores de comprensión y respuesta pacífica, La habilidad física puede permitir que el cerebro, al sentirse seguro, pase de una reacción inapropiada (como la respuesta condicionada de lucha o huida) a un estado de suspensión, permitiendo la comprensión y la inteligencia para responder racionalmente.

Para enseñar esto, se utilizan conceptos como la comprensión del condicionamiento. Por ejemplo, se explica cómo el condicionamiento (como la identificación etnocéntrica o los prejuicios) crea conflicto. Se utilizan herramientas como un mapa de dos lados para mostrar cómo el conflicto individual puede escalar a conflictos globales, relacionando territorios físicos con la mentalidad tribal y etnocéntrica. Se enseña que las acciones en las artes marciales, como obtener un cinturón negro, demuestran el condicionamiento. Al preguntar a los estudiantes qué significa el cinturón (poder, fuerza), se les ayuda a ver que el significado está en lo que creen, lo cual es una forma de condicionamiento.

Otro concepto importante es Shu-ha-ri, que representa las etapas de aprendizaje (Shu: aprender la tradición, Ha: obtener perspicacia, Ri: trascender/ir más allá) y se aplica a la comprensión del conflicto más allá de la simple repetición física.

Además de la comprensión del conflicto, las artes marciales enseñan habilidades sociales a través de programas como «The Twelve Ways To Walk Away With Confidence» y el «Bully Program», que incluyen juegos de rol para enseñar a los jóvenes a comprender y evitar ser acosadores o víctimas, y a obtener lo que desean sin recurrir a la agresión.

En resumen, las artes marciales abordan el conflicto humano más allá de lo físico al enfocarse en la comprensión de las raíces psicológicas e intelectuales del conflicto, que se encuentran en el pensamiento y la acción condicionados. Buscan cultivar el «yo vacío» para revelar estas raíces y promover un enfoque holístico que permite pasar de reacciones instintivas a respuestas basadas en la inteligencia y la comprensión, fomentando así la resolución pacífica. Esto se logra a través de la enseñanza del concepto de condicionamiento, habilidades sociales y un enfoque que va más allá de la técnica física

Conflicto y artes marciales

¿Crees que las artes marciales son solo patadas, puñetazos y cinturones negros? ¡Piensa de nuevo! Aunque las habilidades físicas son parte importante, los verdaderos maestros y expertos, como el Dr. Terrence Webster-Doyle, nos enseñan que las artes marciales van mucho más allá. Son una forma de vida, un estudio de nosotros mismos y de cómo manejamos los problemas. El objetivo es entender el conflicto humano en sus raíces.

Imagina que el conflicto no es solo una pelea física, sino algo que empieza en nuestra propia cabeza, en cómo pensamos y reaccionamos a las cosas basándonos en lo que nos han enseñado o hemos experimentado. A esto se le llama condicionamiento. Las artes marciales, especialmente como las conciben algunos fundadores y maestros, buscan explorar estas raíces del conflicto que están en nuestro pensamiento condicionado. Se trata de un esfuerzo holístico e intelectual que va más allá de la simple defensa física.

Por ejemplo, ¿qué significa para ti un cinturón negro? ¿Poder? ¿Fuerza? Lo que crees sobre él es una forma de condicionamiento. Entender este condicionamiento, ya sean prejuicios o identificaciones con un grupo («nosotros» contra «ellos»), es clave para entender por qué surge el conflicto, tanto a nivel personal como global.

Más Allá de «Luchar o Huir»

Cuando nos sentimos amenazados, nuestro cerebro suele activar una reacción rápida: luchar o huir. Esta es una respuesta condicionada que a menudo no es la mejor manera de resolver una situación5. Aquí es donde las artes marciales pueden ser tu superpoder.

Si tienes habilidades físicas (el nivel «primario» del conflicto), tu cerebro se siente más seguro. Esta seguridad puede permitir que tu cerebro pause esa reacción automática de lucha o huida. En lugar de solo reaccionar, puedes llegar a un estado de comprensión e inteligencia para responder de una manera más adecuada y racional. Es como si las habilidades físicas liberaran tu mente para pensar.

Las 12 Maneras de Alejarte con Confianza

Una de las herramientas más interesantes para aprender a manejar los conflictos sin usar la fuerza es el programa «The Twelve Ways To Walk Away With Confidence» (Las Doce Maneras de Alejarte con Confianza). Este programa es parte de un enfoque más amplio que enseña habilidades sociales.

Este programa utiliza juegos y juegos de rol (actuar situaciones) para ayudar a los jóvenes a entender y practicar cómo manejar situaciones difíciles, como el acoso escolar. Enseña alternativas verbales al conflicto físico. La idea es que aprendas a conseguir lo que necesitas o quieres sin tener que ser agresivo. Te da la confianza para alejarte de una situación problemática de una manera inteligente y segura.

Moldeando Tu Conducta y Expresiones

¿Cómo te ayuda todo esto a controlar tus reacciones y expresiones? Al practicar artes marciales con este enfoque, no solo aprendes movimientos, sino también a entenderte a ti mismo. Te das cuenta de la tensión en tu cuerpo y cómo se relaciona con lo que sientes y piensas.

Al comprender tu propio condicionamiento y por qué reaccionas de cierta manera (miedo, enojo, etc.), y al aprender herramientas como las «Doce Maneras de Alejarte con Confianza», obtienes el poder de elegir tu respuesta en lugar de solo reaccionar impulsivamente. Aprendes a pasar de una reacción instintiva a una respuesta basada en la inteligencia y la comprensión. Esto te permite moldear tus emisiones (tus acciones y expresiones) para que sean constructivas y pacíficas, en lugar de destructivas. Te enseña a resolver problemas de manera inteligente.

En resumen, las artes marciales, entendidas de esta manera, son una disciplina completa que entrena tanto el cuerpo como la mente. Te dan las herramientas físicas para sentirte seguro, la comprensión intelectual para entender las raíces del conflicto en tu propio pensamiento, y las habilidades sociales, como las enseñadas en «Las Doce Maneras de Alejarte con Confianza», para responder a los desafíos de la vida con inteligencia, confianza y paz. ¡Es un verdadero superpoder para navegar el mundo!

El karate a través de su filosofía y su enfoque holístico, que van más allá de la simple técnica física:

1. Como un modo de vida completo: Funakoshi Gichin, fundador del karate Shōkan, veía el arte como una forma de vida completa. Afirmaba que solo un pequeño porcentaje del karate es técnica física, y la gran mayoría es comprender los conceptos filosóficos que lo respaldan. Él lo veía como un educador, un modo de vida que abarcaba las relaciones humanas y una manera inteligente de abordar el conflicto. No lo consideraba un deporte.
2. El concepto de «Kara-te» (Yo Vacío): La esencia del «kara-te» es el yo vacío. Esto significa estar libre de, o vacío de, el condicionamiento negativo en el cerebro humano. El Dr. Webster-Doyle utiliza las artes marciales, especialmente el karate con su énfasis en el «yo vacío», como una forma de explorar la naturaleza real del conflicto en sí mismo.
3. Fundamento de las artes marciales y revelación de las raíces del conflicto: La idea del «yo vacío» («kara-te») es considerada el fundamento de todas las artes marciales. Se describe como una visión universal que revela las raíces del conflicto que se encuentran en el pensamiento y la acción condicionados.
4. Esfuerzo holístico e intelectual: La intención histórica de las artes marciales, y específicamente el karate según Webster-Doyle, era explorar estas raíces del conflicto. Se presenta como un esfuerzo holístico e intelectual que trasciende la simple defensa física. La importancia no radica solo en el arte físico, sino en la filosofía práctica del «yo vacío», es decir, comprender qué es lo que impide la paz y crea conflicto.

En resumen, la importancia del karate, según estas fuentes, está en su profunda filosofía del «yo vacío» (kara-te) que permite comprender las raíces del conflicto en el condicionamiento humano, viéndolo no solo como una habilidad física, sino como un modo de vida completo y un camino intelectual para abordar el conflicto de manera inteligente y pacífica

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Bibliografía

• Excerpts from «https://cdn.atriumsoc.org/resources/Journal-of-Asian-Martial-Arts-Article.pdf». 1997